
Amalia Ulman nació en Argentina pero vive en Los Ángeles.
En 2014 subió al feed de su cuenta de Instagram una imagen con el texto «Part I», en letras negras sobre fondo blanco, acompañada de un enigmático pie de foto en el que se puede leer Excellences & Perfection.
En este performance, Ulman interpreta a una chica de provincia con ciertas inclinaciones artísticas que se muda a Los Ángeles por primera vez esta versión ficcional de sí misma termina con su novio y para convertirse en una sugar baby a fin de mes.
Este hecho marca el comienzo del segundo acto de su obra que ofrece una especie de collage de la estética ghetto que ha sido viralizada por algunas celebridades (como las Kardashian).
A estas alturas la socialité creada por Ulman está fuera de control: postea fotos subidas de tono, se somete a una cirugía (ficticia) de aumento de senos, comienza a tomar drogas y llega al punto de tener una crisis nerviosa e ir a rehabilitación, esto inicia el desenlace de esta novela en Instagram.
¿Te suena esta historia?
Amalia Ullman busca con su obra plantear es una burla a nuestra sociedad, al contenido que consumimos en Internet y a qué dedicamos nuestros ratos de ocio.
Ella utiliza las redes sociales como lienzo para armar una parodia respecto a cómo nos comportamos en ellas y con la que busca dar una lección acerca de la forma en la que el público percibe a otros y cómo cualquiera puede caer en una especia de ingenuidad colectiva.
La misma Ulman dice de su obra que tenía algo más específico para mostrar según su punto de vista.
«Es más que una sátira», explica. «Quería demostrar que la feminidad es una construcción, y no es algo biológico o inherente a cualquier mujer».
«Las mujeres entienden la representación mucho más rápido que los hombres. El chiste era admitir la cantidad de trabajo hay en el ser mujer y cómo ser femenina no es algo natural. Es algo que se aprende.»
Casi cinco meses después de empezado este viaje de selfies con su iPhone frente al espejo, dejó sin recursos a quienes conocían del proyecto y le dijeron que no sería tomada en serio jamás por mostrarse en ropa interior y acostada en sabanas de hotel arrugadas.
Ella comprobó que pudo ir más lejos de solo ser alguien con una cuenta en Instagram rodeada de gatitos.
Miles fueron los seguidores engañados por esta elaborada trama, que ahora es una muestra de 175 fotografías en el proyecto llamado Excellences & Perfections.
Nada mal para una idea de esas que surgen en la universidad.
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