
Aunque mencionó que en su adolescencia no era noviera, Andrea Legarreta habló abiertamente sobre cómo fue su primer beso y su primer encuentro íntimo.
“Mi primer beso fue como a los 15 años. Fue muy bonito, tuve la suerte de que mi primer novio fuera un muchacho muy bonito. Estábamos platicando en su coche, él era como de barba cerrada y entonces entre este jugueteo de besitos en el cachete, de pronto sentí algo que ya no era rasposo, fue como sorpresa”, comentó.
A diferencia de esta experiencia, su primera vez no fue tan perfecta como siempre lo imaginó.
“La primera vez no fue ni padre, ni divertido, ni sexy, sí lo amaba mucho y pensaba que era el momento, según yo, pero me sentía impura”, sostuvo.
En otro orden de ideas, la mexicana hizo mención sobre la hermosa familia en la que creció.
Para ella sus padres son el vivo ejemplo de superación, pues a pesar de no vivir en la opulencia, nunca faltó un plato de comida.
“Mis papás nos enseñaron el trabajar por las cosas, el ganarte lo que quieres, el luchar por lo que quieres, ellos tuvieron etapas muy complicadas. Cuando nosotros le pedíamos algo a Santa, porque nos enseñaban a no pedir grandes cantidades, entendíamos que lo que llegara era padrísimo, lo valorábamos muchísimo”, agregó.
Con respecto a sus hermanos, la esposa de Erik Rubín destacó que vivió una infancia de mucha adrenalina gracias a sus travesuras.