Salma Hayek decidió esta semana romper el silencio y confesar todo sobre el abuso que vivió por parte del productor Harvey Weinstein, quien respondió al artículo publicado por la actriz en New York Times.
La actriz mexicana trabajó junto a Weinstein en 2002 cuando interpretó a Frida Kahlo, en una película biográfica de la artista plástica. En el film el conocido depredador sexual señalado por ochenta mujeres obligó a Salma a filmar una escena desnuda, la cual era innecesaria dentro de la historia.
Weinstein se encargó de responder el extenso texto publicado por la artista, pero a través de su abogado, quien aseguró que su cliente no recordaba haber marcado algún tipo de presión sobre la mexicana para llevar a cabo la escena.
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Además, el productor justificó la escena en donde dos mujeres aprecian en una cama besándose con el hecho de que Frida Kahlo era bisexual.
En ese sentido, el representante legal de Weinstein dijo: «Las acusaciones de naturaleza sexual realizadas por Salma no son exactas y otras personas que presenciaron esos mismos hechos tienen un recuerdo muy diferente de cómo se desarrollaron».
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Así mismo según una publicación de la página Quien, el productor aseguró que sus motivos de pedirle que se decidiera de la cantidad de vellos de su entrecejo o que eliminara la cojera de su personaje, no fue para sexualizarla sino porque esos detalles físicos le robarían atención al personaje.
Por su parte, Salma asegura que quizás fue su amistad con Quentin Tarantino y George Clooney, lo que la salvó de que el productor la violara, ya que en reiteradas oportunidades sus insinuaciones subieron de tono y hasta se tornaron violentas.