
El retorno del menor de los hermanos Reyes se convirtió en el suceso más esperado por el público y finalmente sucedió.
Luego de pasar varios años en una prisión en África tras hacer un mal negocio, Franco Reyes regresó a San Marcos junto a Juan y su cuñada Norma.
Al llegar a la hacienda de su hermano se mostró desconcertado al no estar en su casa, donde pasó los mejores años al lado de Sara y sus hijos. En ese momento, su hermano mayor le explicó que debía quedarse ahí mientras se recuperaba y ellos por su parte preparaban a su familia.
Minutos más tarde, llegó al dormitorio Óscar, quien al ver a su hermano no pudo contener las lágrimas y lo abrazó.
En su primer día en San Marcos, Franco también se reencontró con sus sobrinos, Juan David, Erick y León.
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Meses previos, durante una entrevista para People en español, Michel Brown reconoció que la escena más emotiva que grabó en Pasión de gavilanes fue precisamente el reencuentro de los hermanos Reyes después de varios años sin estar juntos.
En palabras del argentino, la secuencia no solo significó el encuentro entre los personajes, sino de ellos como actores en un set.
«Nos pasó algo muy loco. En el ensayo nos empezamos a emocionar mucho cuando hicimos la escena y tratábamos de parar un poco la emoción para que pudiera suceder en escena. A veces lo que pasa es que en la primera toma suceden estas cosas y uno quiere tratar de recrear la verdad», indicó.
Seguidamente, mencionó que el nuevo Franco es un hombre muy tierno, de buen corazón y el mediador de la familia.