
El cabello nos hace sentir orgullosas de nosotras mismas y llevarlo largo puede convertirse en una tarea titánica dependiendo del trato que le des, lo saludable que esté y con qué frecuencia lo cortes.
Péinalo: Al menos tres veces al día pasa un peine o cepillo por el para que se desenrede y las hebras no se dañen, eso sí, con mucho cuidado y amor.
Masajéalo: Cuando lo laves o apliques crema para peinar o hidratantes, masajéalo con los dedos de forma circular y esto hará que tu cuero cabelludo tenga mejor circulación.
¡Cuidado con la temperatura! No lo laves con agua demasiado caliente, ni te lo laves todos los días, esto también podría estarlo perjudicando.
Corta tu cabello más seguido: ¿por qué? Dejarlo estar puede hacer que el cabello se quiebre o aparezcan horribles horquetillas que aunque apliques cualquier tratamiento o te pintes el pelo no desaparecerán. Acude a tu estilista de confianza para que elimine la parte dañada.
Cuatro remedios que puedes preparar en casa:
Champú de Yema: Casi siempre la útil, es la clara del huevo, en esta ocasión te demostramos que la yema también tiene sus propiedades, juntando tres sobre tu pelo y dejándolas actuar por un cuarto de hora, antes del lavado de siempre.
Romero: Hiérvelo y usa el agua en infusión como enjuague.
Papas: Hierve papas y utiliza el agua de las mismas para enjuagar tu cabello, Luego retiralo con abundante agua.
Cebolla: Tienes que tener coraje pero dicen que es muy efectivo. Masajea el cabello con tu champú de siempre con un poco de cebolla o bien puedes mezclarla con miel.
Sábila: Corta un cristal y extrae el contenido, mézclalo con miel y utilízalo como baño de crema que luego tendrás que retirar por completo.
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