
Esta es la historia de Yuni Pineda, una mujer que desde pequeña sufrió el terror de la violencia en el lugar donde creció y que encontró paz a los 10 años cuando conoció la religión.
La hoy modelo porno reveló que desde muy pequeña soñó con entregar su vida al Señor, sin embargo y por cosas del destino, cuando cumplió los 18 años se enamoró perdidamente de su profesor de catequesis que le obligó renunciar la que hasta entonces era su vocación.
«Hablé con la hermana y le dije que no era correcto lo que estaba haciendo, me había enamorado, y me salí del convento», le confesó a la hermana del convento cuando tomó la decisión.
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ME ENCANTA SER COMO SOY CON MIS ERRORES Y MIS ACIERTOS ESTOY EN COMPLETO APRENDIZAJE SIEMPRE???
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Sin embargo, el amor por un hombre no le hizo renunciar a Dios en su corazón, tampoco el camino que tenía que recorrer en su vida y que hoy la tiene ganando dinero mientras se desnuda frente a la webcam de una computadora.
Convertirse en una mundana tuvo sus dificultades para Yudi, quien a pesar de cubrir una larga jornada laboral veía cómo le era imposible mantener una vida digna fuera del convento.
La depresión que contrajo durante meses le hicieron aceptar la propuesta de una amiga de ser ‘modelo webcam’ en un estudio ubicado en la ciudad de Medellín.
La aventura solo duró seis meses porque la paga no le era suficiente. La joven que alguna vez se vio vestida de monja al servicio de Dios estaba en el mismo punto de inicio, deprimida y sin un trabajo estable.
Pero por cosas del cielo, o el infierno, la decidida Yudi conoció a un hombre con mucha experiencia en la industria del entretenimiento para adultos. Este nuevo amigo la apoyó y asesoró para catapultar su carrera como modelo triple X’s.
A pesar de todo, la colombiana jamás abandonó sus costumbres religiosas y siempre que podía, asistía a la iglesia, incluso se confesó al padre sobre su nuevo estilo de vida.
«La primera vez que yo me confesé con él, me dijo que no lo volviera a hacer, que cambiara de vida, y yo le dije: ‘No, yo no puedo cambiar de vida, porque para mí esto es un trabajo digno y artístico. Entonces, no le veo nada de malo’», explica la mujer que hoy tiene dos hijos.
La monja que abandonó los hábitos para desnudarse a hombres por medio de una webcam también le explicó a sus hijos de qué se trata su trabajo ya que en la escuela los pequeños eran víctimas de bullying.
¿Se puede ser devota a Dios y ganarse la vida mostrando el cuerpo por una cámara web?
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