
El suceso ocurrió el 15 de abril de 2016 en un hospital de Tokio. Una mujer se realizaba una cirugía con láser en la parte más baja del útero cuando de repente las llamas surgieron ocasionándole quemaduras en gran parte de su cuerpo.
Después de varios meses de investigación, un comité experto ajenos al hospital concluyeron que la causa del incendio fue un pedo que la paciente dejó escapar cuando se le realizaba la operación.
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Debido a que no se encontraba ningún tipo de gas inflamable al momento de la cirugía, los especialistas informaron que los gases intestinales de la paciente fueron los culpables del incendio que le produjo graves quemaduras a la mujer en la cadera, cintura y partes íntimas.
No sabemos si este caso cambiará la manera en que se realizan las cirugías con láser, pero por ahora evitaremos comer alimentos que produzcan gases (y alimentos en general) antes de cualquier operación.