
Además de ser conocido como el narcotraficante más poderoso de México, el patrón sintió gran debilidad por las féminas hermosas.
De alguna manera siempre consiguió que las mujeres de su interés terminaran bajo sus sábanas e hicieran todo por él.
Con algunas la conexión simplemente fue sexual y en cada encuentro desbordaron pasión. Sin embargo, hubo dos mujeres que marcaron al líder de los Casillas. Una de ellas es su primera esposa Ximena Letrán y la otra es su eterna amante Mónica Robles.
Letrán destacó en la temporada uno de El señor de los cielos por ser la primera esposa de Aurelio Casillas.
Su padre fue uno de los líderes más poderosos del narcotráfico y por esta razón creció dentro del mundo criminal.
En la primera entrega de la serie, conoció a su primer amor y padre de sus hijos. Ella nunca quiso involucrarse en los negocios de su marido y se dedicó a proteger a su familia. A pesar de las diferencias en cuanto a la manera de actuar, su amor logró superar los obstáculos hasta cierto punto.
El personaje de Fernanda Castillo figuró por ser la eterna enamorada del líder de los Casillas.
A pesar de que él asesinó a sus dos hermanos, Robles quiso estar a su lado pese a la rivalidad entre sus familias.
Contra todo pronóstico, se convirtió en la mano derecha del mero mero y su relación fue más allá de los negocios. Ella se enamoró perdidamente de él y hasta lo celaba. En una ocasión, asesinó a la piloto del avión donde viajaban por acostarse con su hombre.
La primera vez que Mónica salió embarazada de Aurelio perdió al bebé, pero tiempo después nació Isidrito.
La gobernadora de Jalisco, también conocida como “La Gober”, se enamoró de Aurelio Casillas pensando que su nombre era Danilo. Cuando se enteró de su verdadera identidad, sus deberes como funcionaria se convierten en un gran obstáculo a pesar del amor que sentían el uno por el otro.
Esta historia terminó con un fatídico desenlace para ella al morir en manos del narcotraficante por traicionarlo.
Matilde es una mujer que trabajó en un club nocturno en Colombia. Una noche Víctor “Chacorta” visitó el local y ella lo volvió loco con su sensual cuerpo y sus impactantes ojos verdes. Desde ese momento se volvieron amantes y él se la llevó a vivir a México.
Cuando comenzó a relacionarse con la familia Casillas, Rojas engañó a su marido con Aurelio y Heriberto.
Ella conoció a Aurelio Casillas cuando todos pensaban que estaba muerto y vivió un apasionado romance.
Ballesteros es una agente de la DEA que logró capturar y encarcelar a Aurelio Casillas en la segunda temporada de El señor de los cielos.
Meses después de su detención, la CIA le otorgó privilegios a cambio de ser testigo protegido e informante.
Para evitar la salida de Aurelio de prisión, Ballesteros regresó a México y en su nuevo acercamiento con el capo las cosas cambiaron. Aunque siempre quiso verlo tras las rejas, llegó a traicionar sus principios y no pudo evitar caer en sus redes de seducción.
Su relación nunca se basó en el amor, simplemente existía una conexión sexual complicada de romper.
Es una mujer de la alta sociedad que cayó en los encantos de Casillas y lo ayudó a deshacerse de sus enemigos.
Consuelo Limón, conocida también como Connie, destacó por ser una de las amantes de Aurelio Casillas y madre de su hijo Nicandro.
Su relación con el capo se dio cuando eran adolescentes y él apenas iniciaba en el mundo de las drogas. Años después se presentó en la casa del mero mero con su hijo y se quedó a vivir. Durante ese tiempo se encendió nuevamente la llama de la pasión.
Aguasanta es una mujer de bajos recursos, decidida y mal hablada que le tocó salir adelante con su hijo Ismael, fruto de su amorío con Casillas.
Ella se acercó a Casillas con la determinación de vengar la muerte de su padre Lencho Contreras, un capo de la vieja guardia.
Con su belleza y escultural cuerpo, Emiliana buscó llamar su atención para poner en marcha su plan. Sin embargo, la venganza pasó a segundo plano cuando cayó rendida ante sus encantos. Más adelante, el líder de los Casillas se enteró de sus intenciones y tomó la decisión de matarla.
Salvatierra, también conocida como La venezolana, se encargó de lavar el dinero de Aurelio Casillas por mucho tiempo.
En medio de los negocios, sostuvo una apasionada relación con el narcotraficante e incluso estuvo con él cuando se enfermó del riñón.
Sin embargo, las cosas no terminaron bien porque ella le contó a la DEA todo lo que sabía sobre los Casillas a cambio de quedar en libertad por lavado de dinero. El líder de la familia juró vengarse por traicionar su confianza y tiempo después cumplió su promesa.