El Palacio Real confirmó la pronta llegada del primogénito de Meghan Markle y el príncipe Harry, el cual nacerá en la primavera de 2019, por lo que lo duques tendrán que adelantar algunos de sus compromisos reales.
Después de meses de especulación por parte de la prensa, la noticia se volvió realidad y es que esta semana el Palacio Real confirmó el embarazo de Meghan Markle y el príncipe Harry.
Los duques de Sussex se encuentran viviendo uno de los momentos más hermosos de su relación y se les ha visto más enamorados que nunca, de hecho en el anuncio sobre la futura llegada del bebito se confirmó que nacería en la primavera de 2019.
Por ahora Meghan y Harry se encuentran en medio de una intensa gira que actualmente los llevó a Oceanía, en donde permanecerán hasta el próximo 31 de octubre para luego partir a los Reinos de la Commonwealth de Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga.
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Sin embargo, a pesar de la buena noticia, el anuncio de la llegada del bebé también trajo consigo un pequeño revuelo y algo de preocupación por la salud de la duquesa, ya que tiene una agenda sumamente apretada que le ocupará gran parte de los próximos meses.
En Oceanía deberá cumplir con al menos 76 actividades, las cuales en su mayoría están enfocadas en la promoción de asuntos medioambientales y de la conservación, así se reseñó en ¡Hola! por lo que sus allegados esperan que el ritmo de trabajo no vaya a ser contraproducente en el desarrollo del bebito y que tampoco afecte la salud de ella.
Aunque según informó un portavoz del Palacio Real “Está planteado para el duque y la duquesa como el joven matrimonio que conforman. Es un tipo de visita diferente de la que cabría esperar de un hombre soltero”.
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