El pescador filipino guardó durante 10 años la perla de 34 kilos como amuleto de buena suerte hasta que su casa se incendió y decidió regalarla
El hombre -cuya identidad no ha sido revelada -guardó la gigantesca perla durante toda una década después de encontrarla por accidente en el mar, hasta que su vivienda sufrió un incendio y decidió entregarla a las autoridades de la oficina de turismo de Puerto Princesa, en Filipinas.
«Nos sorprendió que nos diera la perla. Ahora necesitamos que los gemólogos certifiquen su valor», le explicó al diario local Palawan News Aileen Cynthia Amurao, agente del organismo.
El descubrimiento de la perla gigante si fue un acto de suerte
«Su ancla quedó enganchada en una roca durante una tormenta y quedó atrapado», dijo Amurao, «(El pescador) se dio cuenta de que se había incrustado en una concha de almeja, nadó para levantar el ancla y se llevó la almeja a su casa», agregó Amurao, quien afirmó que el hombre, seguramente, no conocía el valor económico de la fabulosa perla.
Mientras los gemólogos analizan y valoran si esta es realmente «la perla más grande del mundo», la prensa local e internacional se hace eco de la inverosímil historia sobre cómo fue descubierta.
La perla gigante mide 70 centímetros (27,5 pulgadas) de largo y más de 30 (11,8 pulgadas) de ancho con 34 kilos (75 libras) de peso, cinco veces más que la Perla de Ala (o Perla de Lao Tzu), que mide 24 centímetros de diámetro (9,45 pulgadas) y pesa 6,4 kilogramos (14,1 libras).
Obviamente que el pescador nunca imaginó el valor de la Perla que entregó y que ahora es exhibida en un Museo desde el lunes 22 de agosto. Sin embargo las autoridades filipinas si esperan tener la buena suerte y el beneficio económico de aumentar el flujo de turistas a la isla gracias al nuevo amuleto de la buena suerte.
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