En ‘La pasarela de mi vida’ la actriz se estrena como escritora revelando sin censura las dolorosas historias que no ha logrado superar.
Cualquiera que lea el titular del primer libro autobiográfico de Jacqueline Bracamontes creerá que se trata de una texto inspirado en la vida profesional de la modelo y actriz de 37 años.
Aunque su vida profesional tiene un peso importante entre las páginas de ‘La pasarela de mi vida’, son los impactantes detalles de su vida personal los que revelan las historias y anécdotas más dolorosas que ha tenido que pasar una de las actrices más talentosas de la televisión azteca.
En uno de los capítulos del libro, Bracamontes reveló los detalles de la pérdida de uno de sus hijos y lo difícil que ha sido vivir con ese dolor durante todos estos años.
“Sin duda, la parte más fuerte y dolorosa a la que me tuve que enfrentar al escribir este libro es la pérdida de mi bebé, porque fue muy muy difícil, de hecho he leído el capítulo cinco veces y esas mismas me he soltado a llorar. Es un momento muy duro que no he logrado superar, a pesar de que ya tengo otras tres niñas; vas aprendiendo a vivir con ese dolor pero jamás lo superas”, dijo visiblemente conmovida.
“Mi hijo no respiraba. Llevaba así al menos dos días dentro de mi vientre. Su cuerpecito estaba azul. Lo último que recuerdo es mi propia voz resonando entre los muros del quirófano: ¡Qué pasa con Martín! ¿Qué pasa con mi hijo? Perdí el conocimiento» describió Bracamontes.
El libro autobiográfico sirvió para que la actriz revelara lo difícil que fueron esos primeros días después de la pérdida del pequeño.
«Cuando desperté, mi marido me contó lo que había ocurrido horas antes. Lloré todos los días y todas las noches, al menos veinte. Nunca he vivido algo tan doloroso como la muerte de mi Martín, mi angelito. No podía creer que eso nos estuviera pasando a nosotros, a mi esposo y a mí. No importaba cómo íbamos a enfrentarlo. Había un hueco enorme en mi corazón”, finalizó.
Aquí un adelanto de ‘La pasarela de mi vida’, el libro donde la actriz cuenta su vida con tanto honestidad que al leerlo parecerá que estás tomándote un café con Jacky.
