Una zozobra vive la actriz cubana desde hace más de cuatro años, cuando protagonizó un incidente con un paparazzi mientras estaba de vacaciones. Así enfrenta la situación.
Livia Brito admitió que necesitó a un especialista para poder manejar la coyuntura y las críticas de sus seguidores.
En un encuentro con la prensa mexicana, la protagonista de Minas de Pasión comentó que acude a terapia desde hace algunos años.
“He tenido que llevar mucha terapia, mucha, por muchas cosas”, comenzó diciendo.
Seguidamente, confesó que antes de recibir tratamiento estaba sumergida en una complicada depresión que dominaba su vida.
“Antes sí lloraba mucho, ya ahora con terapia y sesiones psicológicas y todo, con mi familia y con mis perritos, ya casi no”, explicó.
Sumado a ello, aclaró que no tiene ningún problema con los periodistas, pero no siente ninguna obligación de atenderlos siempre que quieran.
“A veces me impresiona porque yo no les digo que voy a estar aquí, entonces aparecen, y luego no quiero hablar, y luego me dicen: ‘Ay, qué grosera que no quiso declarar’”, expuso.
Livia Brito también argumentó que su decisión de no hablar con la prensa no refleja grosería, sino que simplemente no siempre tiene el tiempo o el deseo de hacerlo.
“Yo no los invito, entonces no es que yo sea grosera, es que a veces simplemente no tengo tiempo o no es que sea grosera”, subrayó.
Para concluir, reveló que está lista para regresar a la actuación y que tiene un proyecto en puerta.
“Ya hay planes de regresar, sí. Ya tenemos por ahí una novela en puerta”, concluyó.