Tener un hijo es una de las cosas más hermosas que le puede pasar a un ser humano y también una de las más costosas dependiendo de si es un niño o una niña.
Una de las mayores ilusiones que existe cuando una pareja vive un embarazo es el sexo que tendrá su próximo retoño, sin embargo nunca se había pensado en las implicaciones que tendrá en la economía del hogar si el nuevo integrante de la familia será un niño o una niña.
Un nuevo estudio realizado por la Asociación Brasileña de Educadores Financieros (ABEFIN) a más de 15 mil padres con hijos entre los 7 a los 12 años señaló que los padres que tienen niñas pueden generar un mayor gasto de dinero que los que tienen un hijo varón.
Por supuesto que desear el sexo de un hijo jamás estaría condicionado por este nuevo dato y la razón es los padres viven lo que los investigadores llaman el «efecto princesa».
Según el estudio, las niñas suelen representar un gasto más elevado a la economía familiar debido a la cantidad de cremas, perfumes y accesorios que compran sus padres para hacerlas ver como todas unas princesas.
Después de los 5 años las niñas suelen preocuparse más por su apariencia, en parte por la presión social que ejerce la sociedad. Este tipo de comportamientos también está influenciado por los programas de televisión que ven las pequeñas en casa o a veces por deseos de los padres de ver a sus princesas lo más bellas posible.
Otra de las razones obedece al marketing que se utiliza para comercializar los productos para mujeres, lo que los especialistas llaman ‘impuesto rosa’, una forma de definir el por qué un mismo artículo puede ser más caro si es para mujer, como por ejemplo, las máquinas de afeitar.
Los especialistas aclaran que esto es así porque las mujeres deciden en un 70% las compras que hace la familia, lo que explica que los productos para niñas suelan ser más costosos.