Estar embarazada es una de las experiencias más increíbles que puede vivir una mujer, hasta que aparecen las manchas del embarazo…
Sí, cuando estás embarazada tu cuerpo pasa por muchísimos cambios. Tus uñas y cabello crecen, tus curvas se hacen más pronunciadas, tus hormonas están a flor de piel todo el tiempo, tu piel está radiante y de repente las manchas del embarazo atacan.
Los médicos conocen esta condición como cloasma gravídico o melasma del embarazo, otros nombres populares son paño o máscara del embarazo y no es más que una hiperpigmentación de la piel que puede aparecer en zonas de la cara como la zona del bigote, los pómulos y la frente.
Son más frecuentes en las mujeres de complexión morena y también -aunque con menor frecuencia- pueden afectar a los hombres. Estas manchas al ser causadas por las hormonas, no necesariamente tienes que estar embarazada para sufrirlas, son comunes en las mujeres que reciben tratamientos hormonales o toman anticonceptivos, otros factores a la hora de desarrollar melasma son: la predisposición genética, como efecto secundario de cosméticos, algunos fármacos, la exposición al sol, deficiencias nutricionales, desordenes hormonales y enfermedades endocrinas en general, entre ellas la diabetes.
Se trata de un problema principalmente estético pues no causan mayor daño en la piel, aunque pueden causar escozor. Se trata de manchas que pueden ir desde el color café con leche al amarillento, esto son acumulaciones de melanina, que es el pigmento oscuro que se encuentra en nuestra piel, cabello y ojos determinando su color. Se diagnostica usando una lámpara de luz negra o a través de exámenes sanguíneos para descartar condiciones endocrinológicas.
¿Cómo eliminarlas?
Si bien las manchas del embarazo suelen aparecer entre el tercer o cuarto mes de gestación y desaparecer por sí mismas durante la lactancia o cuando se trata la condición hormonal que las produjo, a veces hay casos más extremos que requieren tratamiento especializado.
Derivados de la vitamina C, ácido retinoico, cremas con tretinoína, hidroquinona y ácido azelaico, esteroides tópicos y tratamientos de peeling químico son la solución para desvanecer estas antiestéticas manchas, pero en caso de estar embarazada cualquiera de estos tratamientos debe ser consultado y discutido con tu médico para que te recomiende el más inocuo para tu bebé.
En casos graves incluso se recomienda el tratamiento con láser para eliminar la pigmentación, pero puede tener efectos secundarios y traer complicaciones. Durante el embarazo, lo mejor para disimular el melasma es el maquillaje siempre y cuando no cause irritación.
¿Cómo prevenirlas?
Sin duda con las manchas del embarazo estamos ante un caso de mejor prevenir que lamentar, así que si estás en la dulce espera o iniciaste algún tipo de tratamiento hormonal, tu piel es propensa a las manchas y otras mujeres de tu familia han sufrido esta condición lo mejor es adoptar una estrategia preventiva.
Lo primero es evitar la exposición al sol. Siempre protege tu piel con lentes oscuros y un sombrero cuando tengas que estar expuesta a la radiación solar.
Siempre aplícate un buen protector solar antes de salir de casa, aunque esté nublado. Escoge uno resistente al agua y con alto factor de protección.
Puedes usar cremas aclarantes, te la pones antes de dormir y la retiras por la mañana.
Es importante que te relajes. El estrés también es un factor desencadenante en los desórdenes hormonales y por ende las manchas del embarazo.
Usa cosméticos adecuados a tu tipo de piel y vigila las fechas de vencimiento de tu maquillaje.
Recuerda que siempre lo mejor es consultar a tu médico ante cualquier molestia.