La nanotecnología no deja de sorprender y sus usos asociados a la medicina son tan increíbles como futuristas.
Aunque parezcan parte de una historia de diminutos androides, los nanorobots origami son de gran ayuda para la ciencia y la medicina moderna, pues a diferencia de los procedimientos médicos convencionales, estos pequeñines pueden hacer de una intervención compleja algo bastante simple, menos dolorosa y mucho más efectiva.
De ahí que su futuro luzca cada vez más brillante y protagónico, ya que como muestran el MIT en el video que estás a punto de ver, estos diminutos doctores robóticos pueden ser ingeridos por la persona.
En el video, cortesía del canal de YouTube del Massachusetts Institute Of Tecnology, el equipo muestra que con la tecnología se pueden hacer intervenciones médicas a escala diminuta, eliminar objetos o daños en el organismo o transportar medicamentos que deban llegar a un área de difícil acceso, usando como ejemplo, la destrucción de una batería de reloj (tipo botón), que en Estados Unidos son ingeridas de manera masiva cada año.
El invento fue desarrollado por un extenso equipo del MIT, la Universidad de Sheffield y el Instituto Tecnológico de Tokio y pertenece a una amplia gama de nanorobots origami creados previamente para diversos fines.
Para iniciar el tratamiento, el paciente debe ingerir (tragarse) una capsula de hielo en la cual está contenido el aparato. Posteriormente, el equipo especialista activará y manejará el mecanismo con controles magnéticos desde el exterior.
Los materiales escogidos para construir este sistema son biodegradables y “amigables” con nuestro organismo, en este caso el estómago, que es elegido para hacer la demostración.
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Entre los materiales figuran tripas de cerdo en combinación con otras moléculas biocompatibles, de modo que una vez completado el procedimiento, el organismo pueda desechar por vías naturales el organismo extraño.
¿Sorprendido? Espera a verlo en acción en este video: