
A partir de este lunes 23 de abril Internet dejará de ser como lo conocemos con la puesta en vigencia de la propuesta de supervisión de la FCC y las reglas de neutralidad de la red impulsada por el partido republicano desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.
El presidente de la FCC, Ajit Pai, calificó la regulación decretada por Obama como «torpe y errada», pero mejor entendamos de que se trata la regulación en la red y por qué gigantes de Internet como Google y Facebook advierten que el mundo puede cambiar sin estos controles.
La neutralidad en la red es un principio de igualdad en la web, que defiende que todos los contenidos deben ser tratados por igual sin importar el sitio de su origen, es decir, que las grandes compañías que proveen Internet permitan a los usuarios tener el mismo ancho de banda para compartir un video en distintas plataformas como Instagram, Youtube u otras redes sociales.
Que exista un regulador para esto es muy importante porque las compañías como AT&T podrían hacer que sus usuarios tengan una mejor experiencia de navegación con una plataforma como Netflix y así perjudicar a la competencia.
El 14 de diciembre la FCC votó para eliminar las regulaciones de neutralidad en la red que desde 2015 prohibían a los proveedores de Internet bloquear o ralentizar el tráfico para que las compañías les pagaran por ofrecer mayor ancho de banda en sus servicios.
Este lunes se eliminó de forma oficial dicha regulación, dejando a la FCC sin la autoridad para obligar a las empresas a dar banda ancha a los usuarios sin importar qué servicios usan ni el origen de estos.
Con la FCC sin competencias para regular la red, ahora será la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) el nuevo policía en Internet, quien vigilará que las empresas no violen los contratos con sus usuarios ni participen en actividades fraudulentas y anticompetitivas según la legislación actual.
El problema es que la FTC posee responsabilidades que van más allá que las telecomunicaciones, por lo que su alcance será limitado. De momento solo podrá ejercer presión para hacer cumplir la norma antimonopolio.
Ahora que eliminaron la prohibición que impedía a un proveedor de servicios cobrar una tarifa por hacer que empresas que prestan servicio de Internet como Netflix o Youtube naveguen más rápido que la competencia, quienes la tendrán más difícil serán las startups que no puedan pagar por ofrecer un mejor servicio a los usuarios.
No, aún queda vigente la «regla de transparencia» que obliga a todas las empresas prestadoras de servicios de banda ancha a divulgar la forma en que administran sus redes. Es decir, cuándo y bajo qué circunstancias bloquean o ralentizan el tráfico y a revelar si ofrecen servicios pagados prioritarios.
El cambio será progresivo y no entrará en vigencia hasta que la Oficina de Administración y Presupuesto vote en los próximos días. Sin embargo será cuestión de tiempo para que los usuarios empiecen a experimentar que algunas apps carguen fotos y videos más rápido que otras, por poner un ejemplo.
Esto quiere decir que empresas como AT&T, Verizon y Comcast hagan que sus servicios se vean mejor, más rápido y presten una mejor experiencia de navegación a sus usuarios por encima de la competencia.
Esto es un riesgo porque dejarían de aparecer empresas como Netflix o Youtube y hacer de Internet algo parecido al servicio de suscripción por cable, en donde todo el contenido está controlado por el proveedor.
Eso sin mencionar cómo será la nueva dinámica de consumo de información. «Los derechos de Internet son derechos civiles», dijo Jay Stanley, un analista senior de políticas de la American Civil Liberties Union (ACLU).
Civiles y varias compañías de tecnología como Mozilla, Vimeo, Foursquare ya presentaron demandas contra la FCC para que se conserve la net neutrality. Varios estados ya están considerando crear leyes para rescatar la neutralidad dentro de sus fronteras, entre ellos New York, California, Connecticut y Maryland.
Sí, si los demócratas ganan en las elecciones presidenciales de 2020, con los republicanos fuera de la FCC se volvería a implementar la neutralidad en la Internet aunque tantos cambios serían un desperdicio de tiempo tanto para los proveedores de ancha banda como las empresas prestadoras de servicios basados en Internet.