viernes, marzo 29, 2024

Obsesión por tener un cuerpo “perfecto” manda a Margarita Rosa de Francisco al hospital

Es la primera vez en 25 años que la actriz y presentadora colombiana tiene que descansar una semana completa de su exigente rutina ejercicios. Margarita Rosa de Franciso terminó en un hospital tras sufrir una descomposición en su cuerpo que puso en peligro su vida.

La obsesión por tener un cuerpo “perfecto” puede ser sumamente perjudicial para la salud, algo que quedó demostrado con el reciente ingreso de Margarita Rosa de Francisco a un hospital de Armenia, luego de excederse con los ejercicios y con la disminución de calorías en su dieta.

La descompensación de la actriz ocurrió hace diez días, pero ella lo sacó a la luz este fin de semana y confesó que gracias a su descuido tuvo que parar sus rutinas de entrenamiento por una semana, algo que nunca había hecho en los últimos 25 años.

“Esto fue hace 10 días en Armenia, me tocó pasar la noche en la clínica por pura descompensación de mi organismo provocado por sobredosis de ejercicio, dieta desbalanceada y mucho trabajo”, escribió en un post de Instagram.

 

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Margarita asombró a sus seguidores, ya que su cuenta en la red social está dedicada casi en su totalidad a su riguroso estilo de vida, sus rutinas de ejercicios y sus hábitos alimenticios, en donde lo orgánico ocupa el sitial de honor.

“¿Ah? Me tocó parar una semana de hacer ejercicio, cosa que en mi vida nunca ha pasado. Llevo más de 25 años sin que haya descansado más de tres días. Solo en los post-operatorios de mis dos operaciones de columna. Pero bueno. He estado comiendo mucho mejor y me siento más recuperada. Como no me gusta quedarme quieta, hace dos días empecé a hacer ejercicio suavecito como para niños. ¡Me tocó agachar la cabeza ahora sí!”, dijo.

 

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Por otra parte, confesó que lo ocurrido la hizo cuestionar sus obsesiones con el entrenamiento y con la comida y aunque hará algunos cambios, para ella es inconcebible apartar el ejercicio de su vida.

A través de sus Stories en Instagram, aseguró que: “Creo que llegó para mí por lo menos el momento de cambiar mi forma de ver mi cuerpo. Y también la forma de relacionarme con la comida tiene que ser más amable, más normal… aunque no me guste la palabra ‘normal”.

 

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