Karem Guedimin fue una de las personas que ayudó a Rafael Amaya a salir del agujero en el que se encontraba.
Luego de estar varios meses ausente del ojo público, el actor reapareció para gritar su verdad ante el mundo.
“Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas”, confesó recientemente a People en español.
Por suerte, cuando cayó en cuenta de su situación, contó con el apoyo de grandes personas y una de ellas fue Guedimin.
La mexicana reveló al citado medio que el artista estaba muy deprimido porque la gente no lo buscaba por ser Rafael Amaya, sino por El señor de los cielos.
“Sale de El señor de los cielos, tiene temas todo ese año y me habla y me dice que ya no quiere estar aquí en México, y que se quiere ir a otro lado. Se fue un año, tomó su coche y nunca me quiso decir dónde estaba. Siempre estuve tratando de tener una artimaña de traerlo de vuelta, pero cambiaba los teléfonos, y yo sentía miedo por su vida”, dijo.
Inmediatamente se puso en contacto con la hermana del galán, Fátima Amaya, y su mejor amigo, Roberto Tapia, para idear un plan.
Todos trabajaron en conjunto para lograr que el intérprete regresara a México y así poder internarlo en un centro de rehabilitación.
“Si no hubiera tenido a su hermana y a Tapia, no iba a poder hacer esto sola. Fátima lloraba por su hermano”, reconoció.
Ahora que la pesadilla ya pasó, Karem ve en Rafael Amaya un hombre más consciente y mucho más claro.