
No ha terminado el 2016 y Samsung no ha terminado de apagar el incendio que vive tras el fracaso de su smartphone insignia, puesto que ahora el fuego ha saltado a su linea de electrodomésticos en la cual ya se ha calculado casi tres millones de lavadoras con riesgos de volar por los aires cuando se están en uso.
Aunque no se trata propiamente de una explosión, un comunicado de advertencia lanzado por la Consumer Product Safety Commission de Estados Unidos explica que algunos modelos de lavadoras fabricados por Samsung salieron al mercado con un error en el ensamblaje que provoca que la tapa superior salga volando al ser usada.
Según señala la publicación oficial de Samsung, las lavadoras defectuosas habrían sido ensambladas entre marzo de 2011 y noviembre de 2016, y se calcula que en total se trata de un lote de casi 3 millones de unidades, que deberán ser reemplazadas o reparadas.
Samsung ha puesto en marcha un programa de reparación/cambio y extensión de garantía para cubrir y proteger a los afectados de las explosivas lavadoras.
«Nuestra prioridad es reducir los riesgos para la seguridad en el hogar y para proporcionar a nuestros clientes opciones fáciles y simples en respuesta a la retirada,» dice John Herrington, vicepresidente senior y gerente general de los utensilios del hogar, Samsung Electronics America.
Sorprende como los controles de calidad de la empresa coreana han fallado y puesto en riesgos a sus clientes y en serios apuros económicos a una de las multinacionales más poderosas del planeta.