sábado, abril 20, 2024

¡Ser una mamita gay no es fácil! Joy Huerta es víctima de discriminación

La cantante mexicana Joy Huerta habló sobre la discriminación que ha sufrido en su país por ser madre y gay, algo que aún condenan muchas sociedades.

Joy Huerta, una vez más alza su voz para denunciar la discriminación y para hacerle frente a todos aquellos que la han criticado por su condición sexual, y que han querido inmiscuirse en su papel como madre.

La artista reveló recientemente que aun viviendo en un mundo mucho más liberal, todavía existen temas tabúes, como por ejemplo la maternidad o paternidad en las parejas gay.

Joy Huerta dice ¡STOP! A la discriminación

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En una entrevista que ofreció Joy a la revista ‘People en Español’, informó que cuando iba a tramitar el pasaporte de su bebita, ella y su pareja vivieron un trago amargo, simplemente porque no eran un matrimonio tradicional.

«No fue un incidente aislado y yo solo soy una de las 12 millones de personas de la comunidad LGBTI+ en México. Yo tuve la suerte y tengo la fortuna de tener un equipo de trabajo con el que cuento incluso para este tipo de trámites. De forma que para ir a tramitar el pasaporte de nuestra nena no fuimos solas, fuimos en compañía de mi road manager, mi asistente y mi abogada estaba avisada de que iríamos por el trámite y estaba pendiente de mi llamada por cualquier cosa que se necesitara», explicó la intérprete de ‘Tanto’.

Su país se divide entre la religión y el gobierno

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En ese sentido, explicó que a pesar de que en México es completamente legal el matrimonio gay, aún existe mucha división entre las leyes y las creencias religiosas, lo que abre una gran puerta a los señalamientos.

«México es un país laico en el que el matrimonio igualitario es legal en todo el país. Sin embargo hay estados de la República Mexicana en los que hay fuerte interferencia de movimiento de derecha que va de la mano con la religión, repito, México es un país laico donde la iglesia y el estado son dos cosas separadas», agregó.

Además, considera que llegó el momento de que ella como figura pública dé el ejemplo y alce la voz, no solo por ella, sino también por 12 millones de personas más que se enfrentan a los mismos maltratos.

«[Lo hice] para mejorar como sociedad necesitamos alzar la voz los unos por los otros en situaciones injustas. Y para que una sociedad mejore, también tenemos que mejorar todos de forma individual. Yo siendo figura pública tengo poder de difusión, y no puedo quedarme callada cuando hay mucha más gente que yo en posturas mucho más vulnerables, cuando sus derechos les protegen», enfatizó.

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