La adicción a los dispositivos es algo bastante común desde hace unos años para acá y pareciera no tener solución.
Sí, fuerza de voluntad podría ser la respuesta indicada. Pero con tanto ocurriendo ahí afuera y sabiendo que podemos enterarnos con solo una mirada a nuestro Smartphone, lo cierto es que más temprano que tarde terminamos por levantarlo, desbloquearlo y zambullirnos en nuestras apps.
Y aunque parte de “eso que ocurre ahí afuera” es nuestro trabajo, nuestras reuniones familiares o la persona que intenta hablarnos frente a frente en un café, lo cierto es que lo que está dentro de nuestras redes de contactos termina por ser más atractivo y… nuevamente caemos.
Nosotros lo hemos sentido también, y por eso queremos que te ocupes un poco al respecto sin dejar de disfrutar de tu iPhone o Android porque, seamos claros, tampoco la idea es pasarnos al extremo opuesto del caso.
Lo cierto es que ya hubo alguien que se cansó. Su nombre es James Hamblin, es editor de The Atlantic y acaba de dar con la mejor manera de hacerte dejar de lado esa fuerte y embarazosa adicción de estar mirando cada 5 segundos hacia tu pantalla.
De acuerdo al comunicador, colocar la pantalla de su teléfono en gris le ha ayudado a concentrarse, tomar menos su teléfono (probablemente para cosas más puntuales) y probablemente ser una persona más conectada con su entorno: co-workers, amigos, familiares.
¿Cuál es su teoría?, que por ejemplo, todas las notificaciones de los teléfonos son rojas y por lo tanto viven demandando nuestra atención.
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El color rojo provoca excitación, eleva el impulso de adrenalina en nuestro cuerpo y nos mantiene en ese estado extraño entre alerta y ansiedad; así que cambiándolo a escala de grises, el tamaño de tu adicción será menos, ya que sencillamente tu teléfono demandará menos atención… Además de ser un poco más aburrido.
Para aplicar el cambio solo debes ir a configuraciones, general, accesibilidad y activar el botón de ‘escala de grises’.
Es drástico, pero aquí en Vida Moderna ya estamos probándolo… ¿Te animas?