Rumores apuntan a que la actriz que daría vida a Mónica Spear había sido quien mandó a golpear al director de la película.
El director y productor de la cinta, Giovanni Gómez Ysea, anunció la cancelación del film tras denunciar haber sido víctima de una golpiza la noche del 28 de febrero en el Hotel Garden de Valencia, en donde se realizaban las grabaciones de la película.
A través de un comunicado, Gómez Ysea informó que había sido atacado por cuatro hombres, quienes presuntamente le dijeron antes de agredirlo: “para que aprendas a respetar a las mujeres”.
En las redes sociales se presume que habría sido la protagonista de la película, Maira Alexandra Rodríguez, quien mandó a golpear al director. Sospechosamente la joven no se presentó en las dos últimas pautas que tenía con el equipo de ‘Mónica: Entre Cielo y Tierra’.
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El equipo de producción informó que se verían obligados a retirar a la actriz de la película, sin acusarla directamente, en cambio aseguraron que el despido se motivó debido a su ausencia en la etapa crucial de la filmación.
Por estas razones fueron eliminadas las fotografías donde aparecía la joven, quien sería la encargada de darle vida al personaje de Spear.
El director asegura que en ningún momento tuvo problemas con Maira Alexandra y que su trato hacia a ella siempre había sido cordial, mientras que en un artículo de opinión publicado en el diario ‘El Nacional’ se asegura que hubo una “mano peluda” que intervino para que las declaraciones del Gómez Ysea no fueran televisadas.
La prensa local afirma que quienes se encontraban en el lugar al momento de la agresión tampoco quieren dar información al respecto, ya que aseguran tener miedo.
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‘Mónica: Entre Cielo y Tierra’, una película que ha producido más de un escándalo.
En el escándalo la periodista venezolana Annarella Bono hizo fuertes declaraciones en contra de Anyela Galantes, quien era la encargada de darle vida al personaje de Irene Sáez en el film, “¿Quién paga la película? ¿Cómo llega esta perra en avión privado? ¿Por el maridito pela bola? ¡Mónica Spear debe estar revolcándose en la tumba!”, dijo en las redes sociales.
Finalmente todos estos pequeños y grandes inconvenientes han traído como consecuencia: la suspensión del largometraje, que Maira Alexandra Rodríguez ya no de vida a Mónica Spear, la pérdida de todo el material que se había grabado con la actriz y un duro golpe económico para los productores quienes se declararon en bancarrota.