Un corto experimento social llevado a cabo por UNICEF nos muestra los niveles de rechazo que puede sufrir un niño sin hogar en su día a día.
Los experimentos sociales son una de las formas modernas de mostrarnos a nosotros mismos cómo la indiferencia y prejuicios toman un rol protagónico en nuestra vida cotidiana y desde hace un par de días, uno bastante desgarrador recorre las redes sociales.
La protagonista del clip creado por la UNICEF se llama Anano, tiene 6 años de edad y junto a la organización muestra lo que a pesar de estar al alcance de nuestra vista, pasa desapercibido por ser asociado a prejuicios y “molestias” comunes que los infantes en situación de calle generan sobre aquellos con un nivel de empatía y bondad bastante bajo.
La idea consiste, básicamente, en que Anano luciera dos apariencias: Una con harapos característicos de una persona sin techo y otra, con ropa muy bonita y a la moda. De ese modo la UNICEF pretendía retratar la mirada indiferente de las personas, pero el resultado fue peor de lo esperado.
Durante el rodaje, realizado en una zona en construcción y luego en un centro comercial, la niña de 6 años recibió una serie de desprecios tan fuertes que sencillamente la hicieron estallar en llanto sin siquiera poder cumplir el plan original. Su rol era actoral, pero su tristeza y llanto fueron tan reales como el de millones de niños que a diario no encuentran su lugar en el mundo.
Lo único destacable, es que a pesar del dolor infundido en la pequeña actriz, el corte prematuro de la campaña muestra que a pesar de ser realidades abundantes, las sociedades simplemente se han acostumbrado hasta el punto de llegar a ignorarlas por completo.
¿Qué hubieras hecho tú?
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