
En el capítulo 33 de Minas de Pasión, la mala del cuento logró que Emilia Sánchez fuera recluida en un manicomio y su objetivo es volverla loca bajo sedantes. ¿Lo logrará?
Pese a que Emilia fue condenada a 40 años de cárcel, Roberta manipuló a la seguridad del pueblo para internarla en un sitio para dementes.
Luego de lograr su cometido, la villana va a visitar a Sánchez al manicomio con el objetivo de burlarse de su situación.
“Esto no es la cárcel. ¿Dónde estoy?”, pregunta Emilia confundida.
“No, esto no es la cárcel, es un manicomio. Bienvenida al infierno Emilia Sánchez”, le dice con voz sarcástica Roberta.
“No, no, no. Sáquenme de aquí. Sácame de aquí, sácame de aquí”, grita la protagonista con desespero.
Roberta aprovechó la visita para hablarle de Nicolás a Emilia. “Nico es tan lindo, es Mauricio vuelto a nacer”.
Sánchez en medio del desespero, le responde a su vil suegra: “Él nunca va a ser Mauricio, estás loca. Nicolás es mío, es mi hijo”.
Pero Roberta convencida de lo que expresa le dice: “¿Loca yo? Mírate, tú eres la que está encerrada en un manicomio y mientras te pudres aquí voy a cuidar a mi nieto que va a estar mejor nunca”.
“Mi hijo no va a vivir contigo, eres una criminal. Eres una mal$%#$ loca”, agrega Emilia.
Leonardo al enterarse que el amor de su vida había sido recluida en un sitio para desquiciados, fue corriendo a buscarla, pero el desenlace le rompió el corazón.
Emilia por culpa de los sedantes que le han suministrado en el lugar, no reconoció a Leonardo.