El actor pidió a la jueza encargada del caso que se le realicen exámenes psicológicos a la madre de su hijo.
Marjorie de Sousa y Julián Gil continúan intentando resolver sus diferencias pero los últimos acontecimientos dan cuenta de que será un proceso bastante largo y complicado, tal como se ha dado las últimas semanas.
La actriz venezolana no desea que Matías conviva con su padre hasta que él se someta a pruebas toxicológicas y psicológicas que determinen si el actor está en condiciones de cuidar del niño en caso de obtener cualquier tipo de custodia.
Gil ha negado rotundamente tener problemas de adicción a las drogas y ha asegurado ser un buen padre como lo ha demostrado con sus dos hijos mayores, sin embargo accedió a realizarse todas las pruebas que sean necesarias.
Ambos actores deberán mostrar los resultados de las pruebas en el transcurso de la semana para continuar con el caso. Marjorie también tendrá que presentarse con un informe detallado de cómo piensa utilizar los más de $10mil dólares que exige de pensión.
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