
La pareja se las tuvo que ingeniar para afrontar los síntomas de la mastitis, una inflamación en las glándulas mamarias que produce mucho dolor y obstruye los conductos de la leche.
Kristen comenta que durante su estancia en Atlanta empezó a sentir dolor. Ante la imposibilidad de llamar a un médico la actriz decidió recurrir a Dax Shepherd, su esposo.
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“Me acuerdo de que estaba en Atlanta, no podíamos llamar a un médico y creo que esto ocurrió poco después de que el bebé terminara con el período de lactancia. Tampoco teníamos acceso alguno a antibióticos, así que me volví y le dije a mi marido: ‘De verdad necesito que saques esto de mí’. Podíamos ponernos a hablar del tema, sentirnos incómodos al respecto, o directamente dejar de darle vueltas y hacerlo cuanto antes”, comentó en su canal de Youtube Momsplaining.
A partir de entonces, el padre de sus dos hijas se convirtió en un héroe, al punto enamorar más a su esposa mientras le succionaba la leche de su pecho.
“Se lanzó y empecé a amamantarlo. Teníamos un vasito abajo para que pudiera escupir el fluido, y tengo que decir que nunca he estado más enamorada en mi vida que en ese preciso instante”, confesó a Katie Lowes.