Montserrat Oliver se sinceró sobre la profunda depresión que enfrentó tras la partida de su mamá.
El 19 de mayo del 2014 es una fecha que marcó la vida de la conductora, le tocó despedir a su madre y su mundo se rompió en pedazos.
Durante una entrevista con Isabel Lascurain, Montserrat Oliver recordó la dura etapa que vivió y la profunda depresión que enfrentó.
“La mamá es un cimiento que se te tiembla el piso cuando se va, con todo y que ya estás grande, es algo muy fuerte. Yo no aceptaba que tenía una depresión, pero se me quitaron las ganas de absolutamente todo. Yo dije: ‘No le tengo miedo a la muerte, ya se fue mi mamá’”, comentó.
Acto seguido, aclaró que nunca contempló quitarse la vida, pero sí reconoció que no le encontraba sentido.
“Nunca pensé en matarme, en quitarme la vida ni nada, pero decía ‘¿De qué se trata esta vida?’”, agregó.
La artista también mencionó que recurrió a métodos poco favorables para recuperar las ganas de vivir, entre ellos fumar Sapo de Sonora, una sustancia alucinógena que se extrae del bufo alvarius, nombre científico del anfibio que habita en el desierto.
“No te dejan de tocar dizque para que no dejes el cuerpo, pero yo me negaba. No me quería dejar ir porque, al fin controladora, y aparte sentía que se les había pasado lo que me habían dado, y que si yo daba ese respiro que querían que yo diera, era mi último respiro y me iba a morir”, detalló.
Por último, destacó que no estaba alucinando, pero sintió que el planeta giraba muy rápido.
“No sé cómo explicarte, pero después de cuatro tratadas dije ‘no me van a dejar en paz si no me relajo’. No di el último aliento, pero sí me relajé. Me imaginé que estaba abrazada de alguien que quería y que nada iba a pasar, y ahí es donde me cayó el veinte”, concluyó.