La actriz que está en su mejor momento profesional como personal agradeció la oportunidad de ser la Gran Bruja.
Aunque la pandemia del coronavirus ha frenado al mundo, Warner Brothers no se durmió en los laureles y estrenó “The Witches”, basada en la novela del británico Roald Dahl.
La primera versión del film que se estrenó en 1990 causó gran impacto por lo que ahora HBO trae a la pantalla una versión más actual.
La película dirigida por Robert Zemeckis cuenta la historia de un niño y su abuela, quienes descubren el maléfico plan de una reunión de brujas que odian a los niños y están comandadas por la Grand High Witch.
Esta bruja mala es interpretada magistralmente por Anne Hathaway quien cautivará a todos y asustará también a algunos.
Fueron muchos los cambios que tuvo que hacer la actriz para esta gran interpretación y es por ello que La Opinion la consultó sobre su experiencia.
“Ella (la Gran Bruja) es repugnante porque está absolutamente falta de compasión, es megalomaníaca, cruel, codiciosa, autoritaria”, manifestó Anne Hathaway, a la vez que resaltó que ha visto “estos rasgos en algunos de nuestros líderes mundiales recientemente”.
En este sentido, comentó que se sintió cómoda con su papel y más aun demostrar que “la gente así no son líderes, son villanos. Y debemos enfrentarnos a ellos y frenarlos”.
La actriz de 37 años, reveló que aunque no es tan fan de los libros de Roald Dahl, si ha leído algunos como “James and the Giant Peach” de niña y lo amó ya que “es muy bonito”.
El mayor reto de Anne Hathaway
El film que requirió mucha animación digital y un gran cambio en el rostro de Anne, supuso un gran reto para la actriz, pero que está agradecida por ello.
“Es mi trabajo y estoy agradecida de poder haberlo hecho. Algunos días eran más de cinco horas y estás un poco inquieta, tienes que levantarte, estirar la espalda”, comentó.
Finalmente, reveló que durante el rodaje estaba en la dulce espera de su pequeño Jack, lo cual le gustó mucho porque “resultó ser un embarazo muy fácil. Y los picos hormonales me ayudaron mucho. Cada vez que tenía que gritar en la película dejaba que mis hormonas hicieran el trabajo por mí”.