Hef sacó el primer número de la revista Playboy a los 27 años, hoy su hijo, Cooper Hefner hereda a los 26 el imperio de las conejitas.
A pesar de que todos crean que la infancia y adolescencia de Cooper se haya visto interrumpida por las salvajes fiestas de su padre, la realidad es totalmente diferente ya que el joven creció como cualquier niño normal.
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A los 23 años el nombre de Cooper Hefner comenzaba a escucharse con fuerza en el mundo de los grandes empresarios estadounidenses, mostrando desde temprana edad su capacidad para manejar el imperio de su padre, de hecho, a mediados de 2016 había tomado el control de la compañía, pero las diferencias con los ejecutivos lo obligaron a renunciar a su cargo de director creativo.
Tras la partida de Cooper de la empresa familiar, la revista mermó sus desnudos y por lo tanto sus ventas, lo que obligó a Hugh a renunciar a la presidencia para pedirle a su hijo que volviera a tomar las riendas de Playboy.
El joven es el menor de cuatro hermanos y es el resultado de la relación que mantuvo Hugh con Kimberley Conrad, una de las Playmates más emblemáticas de la historia. En 1989 la pareja contrajo matrimonio, por un tiempo la lujuria y los excesos del magnate se mantuvieron a raya.
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Un par de años atrás Cooper confesó a los medios de comunicación que durante su crecimiento la mansión fue un lugar tranquilo, además reveló que un grupo de seguridad los mantenía alejados a él y a su hermano de las salvajes fiestas que se llevaban a cabo en las áreas comunes de su hogar.
Cooper siempre ha estado alejado de los escándalos y se ha enfocado en luchar por mantener el imperio que empezó a construir su padre en 1953 cuando tenía casi su misma edad.