A pesar de que la hermosa actriz estadounidense logró conquistar el corazón del soltero más codiciado de la realeza inglesa, no podrá optar al título de princesa.
La historia de amor entre el príncipe y la plebeya es parte de un cuento de hadas, sin embargo, en los últimos años hemos visto como más de un miembro de la realeza termina por enamorarse de alguien totalmente ajeno a su mundo.
Tal es el caso del soltero más codiciado de la realeza inglesa, el príncipe Harry, quien se enamoró perdidamente de la hermosa actriz estadounidense Meghan Markle, con quien se casará en la primavera de 2018, según se anunció esta semana.
Sin embargo, aunque Meghan se convertirá en la esposa del príncipe Harry, no podrá optar al título de princesa por no haber nacido en una familia perteneciente a la nobleza.
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Es así como la falta de sangre azul le dificultará a Meghan ser incluida en la realeza, ya que las reglas del reino expresan que el título de princesa solo puede ser adjudicado a quienes hayan nacido en el fruto de un núcleo real. Tal fue el caso de la duquesa de Cambridge, Kate, quien contrajo matrimonio con el príncipe William en abril de 2011.
Sin embargo, si la reina Isabel II lo desea podrá otorgar una distinción especial a quien será la esposa de su nieto, y todo indica que será el de duquesa de Sussex, un título que reservaba para la mujer que enamorara a nieto Harry.
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Por su parte, la historiadora Marlene Koening confirmó que: “Seguramente se hará a Harry duque. El de Sussex está disponible, así que Markle sería duquesa de Sussex”.
Este sería el segundo matrimonio de Meghan y el primero del príncipe Harry, quien después de muchos años se ve completamente enamorado de la actriz.