A pesar de estar muchos años alejada de la música la cantante Shania Twain está de regreso, y con ella su lado más real, humano y los secretos más oscuros de su pasado.
La cantante canadiense Shania Twain reveló los secretos más oscuros y mejores guardados de su infancia durante una entrevista con el diario británico ‘The Guardian’, en donde habló de cómo creció en un hogar disfuncional en donde su padrastro quien era un alcohólico abusó sexual y psicológicamente de ella.
Con 52 años, Shania regresa a la palestra pública, esto después de permanecer 15 años alejada de la música y de ser artífice de un sinfín de éxitos gracias a sus cuatro producciones discográficas, la última de estas lanzada al mercado en el año 2002.
Respecto a como fue su vida antes de la fama, la cantante narró que tuvo que crecer con una familia en donde lo cotidiano era el maltrato, al nivel de haber sufrido todo tipo de castigos durante sus años de inocencia.
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“Pensé que se matarían el uno al otro. Mi mamá también fue bastante violenta. Muchas noches me acosté pensando: ‘No te vayas a dormir, no te vayas a dormir, espera hasta que estén durmiendo’. Me despertaba y me aseguraba de que todos respiraran”, dijo.
Así mismo, confesó que cuando tan solo tenía 10 años su padrastro Jerry Twain, abusó sexualmente y psicológicamente de ella, y explicó que a pesar de que su infancia fue un infierno ella logró salir adelante y sobrevivir a todo eso, siendo este uno de los mensajes que quiere llevar actualmente con su revelación.
“El abuso sexual va de la mano del abuso psicológico cuando se trata de alguien que conoces. Las personas que abusan sexualmente de niños necesitan manipularte, aunque sea antes o después. Yo me dije, vale, esta persona no está bien, y aprendí a no pensar en ello”, agregó.
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El padrastro y la madre se Shania fallecieron cuando ella tenía 22 años en un aparatoso accidente de tráfico, justo antes de que ella saltara al estrellato con el lanzamiento de su primer disco.
Finalmente, la cantante que regresa más fuerte que nunca a la música aseguró que fue precisamente esta una de sus mejores terapias, ya que además también pasó muchos días de su niñez con hambre y aferrándose solamente a su fe en ella misma.