A un año de su ruptura, Alejandro Sanz y Raquel Perera se enfrentan por un divorcio millonario.
Aunque al principio anunciaron que su separación era amistosa, una batalla de demandas posterior echó todo por tierra.
Según publicó ¡Hola!, Sanz presentó la solicitud de divorcio el 15 de abril sin cumplir el acuerdo de palabra con su exesposa. Por tal motivo, la empresaria presentó una nueva petición en la que solicita 40 mil euros mensuales, correr con los gastos de sus dos hijos y el reparto equitativo de los bienes adquiridos en el matrimonio.
De acuerdo a lo expuesto, Perera pidió revisar la custodia de sus hijos, pues alega que el intérprete es un padre ausente.
También argumentó que durante muchos años dejó a un lado su vida personal para hacer que las empresas del músico prosperaran.
Asimismo, manifestó que fungió como presidenta de Gazul Producciones-principal compañía de Sanz- por mucho tiempo y no recibió ningún pago.
Pide congelar las cuentas del cantante
Raquel exigió congelar los bienes del artista como “protección legal temporal” para evitar que malgaste todo lo que ha logrado en años. Dicha solicitud fue aceptada por un juez y actualmente el músico tiene todas sus cuentas bancarias en Estados Unidos bloqueadas.
Vale acotar que solo dejaron activa una para que la psicóloga pueda realizar ciertos pagos.
La inesperada separación
Luego de 12 años juntos, Alejandro y Raquel anunciaron su divorcio mediante un comunicado publicado en junio de 2019.
“Un amor puro y comprometido. Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será. Lo eterno tiene la complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones, sin destruir el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos…”, rezaba parte de la nota.