
La vida de Luis Miguel no fue para nada fácil, su precoz fama lo llevó a vivir grandiosas experiencias, pero también a tener grandes pérdidas que marcaron su vida para siempre.
Tras la muerte de su padre Luis Rey, en el año 1992, la relación de Luis Miguel y sus abuelos también cambio para siempre y a pesar de que de niño fue muy unido a la familia de su papá en España, ‘El Sol’ se distanció por completo de ellos.
Sus abuelos Matilda y Rafael siempre recibieron a Luismi cuando era un pequeño e iba a disfrutar de las mejores vacaciones en Cadiz, España, sin embargo en la medida que el astro iba creciendo, de la misma forma la relación con sus tíos José Manuel y Mario Vicente se iba deteriorando, al punto de obligarlo a separarse por completo de toda su familia.
Decisión que le valió las críticas de los medios españoles cuando Matilda y Rafael fallecieron, de hecho el cantante prefirió no asistir el día de la muerte de su abuela y pagó a una familia de San Fernando para que se hicieran cargo de su abuelo hasta el día de su muerte.
Don Rafael murió en el año 2000 y poco tiempo después la familia contratada por Luis Miguel, declaró que los restos del abuelo y de doña Matilda, sería exhumados y arrojados a una fosa común debido a que el artista no se hacía cargo de los gastos.
Sin embargo, los cuerpos permanecieron en el mismo lugar y nunca se conoció si el reclamo que se hizo era real o no, tanto Matilda como Rafael se encuentran reposando cerca de los restos de Camarón, uno de los cantaores más populares de la historia del flamenco.