
¿Quieres salir a disfrutar del «Happy Hour» sin perder todo el esfuerzo que hiciste cuidándote durante la semana?
El problema de los cócteles – y de las bebidas alcohólicas en general – mientras llevamos un régimen de calorías reducidas, es que no alimentan en lo absoluto, pero no dejan de aportar una cantidad importante de calorías a nuestro cuerpo.
Además, las calorías de los cocktails son muchas más que las de casos de otras bebidas alcohólicas como vinos o cerveza.
Cerca de 45 ml de una bebida con 80% de grado alcohólico tiene, por sí sola, sin agregado alguno, 96 calorías; mientras que 180 mililitros de jugo de naranja contienen 84 calorías.
Así que imagínate la bomba calórica que puede resultar alguno de estos tragos.
También es importante saber que la mayoría de las bebidas alcohólicas contienen azúcares que al terminar la noche, se acumulan en lugares de nuestro cuerpo donde son más que indeseados y son muy difíciles de eliminar.
La solución a este dilema no necesariamente está en eliminar el licor por completo de tu vida, sino escoger entre las bebidas que contienen menos azúcar para que estas calorías no se acumulen en forma de grasa.
El número de calorías en un trago mixto depende de varios aspectos: la cantidad de la bebida que se sirva, su grado alcohólico y los ingredientes que contenga.
La mayoría de los tragos comienzan con al menos 45 ml de la bebida a consumir y eso ya suma alrededor de 96 calorías, luego, en cuestión de segundos comienzan a multiplicarse las calorías mientras se añaden otros ingredientes a la mezcla.
Siempre es importante tomar en cuenta el grado alcohólico de la bebida. Esto se refiere a la cantidad de mililitros de alcohol por cada 100 mililitros de bebida.
Por ejemplo, consumir vodka con 40º de alcohol implicaría que estaríamos consumiendo 400 mililitros de alcohol por cada litro. Y para quemar ese “dedito” de vodka (cercano a unos 100 ml) tendríamos que pasar unos 15 minutos pedaleando en bicicleta.
La tabla para comprender la relación entre bebidas y calorías es muy sencilla: a mayor grado alcohólico, mayor cantidad de calorías.
– ALTERNA bebidas alcohólicas con otras que no lo sean, así pasarás la noche entretenida bebiendo algo y consumiendo poco alcohol. Tómate un ‘gin tonic’ y altérnalo con una soda con limón o un vaso de agua, por ejemplo.
– ELIGE entre vino, champán o cerveza, que son las bebidas que tienen menor porcentaje calórico sobre aquellas mezclas divinas pero son una bomba de calorías y azúcar que no necesitas.
– SUSTITUYE los acompañantes de tus bebidas (jugos, siropes) por agua o soda. Los tragos con estos complementos son menos dañinos, contienen menos calorías y diluyen el porcentaje de alcohol.
– DISMINUYE las medidas servidas. Porciones más pequeñas significan menos calorías.