La más reciente investigación reveló que la enfermedad de Parkinson podría tener su origen en un órgano cuya función ha estado en tela de juicio por la comunidad científica.
Superar una cirugía por apendicitis significa dos cosas en la actualidad:
- No más dolor abdominal por culpa de ese órgano inútil, según una parte de los médicos.
- Una baja probabilidad de sufrir Parkinson.
Pero, ¿qué relación puede tener la existencia de un órgano que va pegado al intestino grueso con un trastorno del sistema nervioso?
Según un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine, las personas sin apéndice tienen un menor riesgo de desarrollar Parkinson con el paso del tiempo.
Un equipo liderado por la Dra. Viviane Labrie en el Instituto de Investigación Van Andel intentó encontrar la relación entre la aparición del Parkinson en pacientes a las que se les extirpó el apéndice, el tejido inmune involucrado en la defensa del cuerpo contra los microbios y que ayuda a regular las bacterias en el intestino.
Los investigadores analizaron los registros de casi 1.7 millones de personas, algunas con registros de salud de los últimos 52 años.
El equipo comparó las posibilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson entre aquellos a los que se les había extirpado el apéndice con aquellos que no lo habían hecho.
El apéndice aumenta las posibilidades de padecer de Parkinson
Las personas a las que se les había extirpado el apéndice (una apendicectomía) tenían un 19,3% menos de probabilidades de contraer la enfermedad de Parkinson.
Aquellos que vivían en áreas rurales y se sometieron a una apendicectomía tenían 25.4% de probabilidad de padecer la enfermedad.
Personas con Parkinson y sin apéndice
Las personas que se sometieron a una apendicectomía y desarrollaron Parkinson mostraron una aparición tardía de la enfermedad en relación con las personas que aún tenían su apéndice, un retraso promedio de 3,6 años para las que habían pasado por el quirófano al menos 30 años antes.